Sinopsis
En nuestro mundo globalizado parece ser que el valor fundamental es el de la libertad. Tras la caída del Muro de Berlín (1989) y con la expansión de la economía de libre mercado, podemos constatar el ascenso del liberalismo como ideología dominante no solo en el mundo occidental, sino de un modo u otro también a nivel planetario. Pero ¿Dónde quedan valores tan decisivos como la igualdad y la solidaridad? ¿Puede realmente articularse social, política y educativamente un concepto de libertad al margen de estos valores?
Necesitamos reforzar un horizonte pedagógico y ético ante el reto de la desigualdad, el cambio climático y los movimientos migratorios, entre otras cosas para frenar el auge identitario hostil a las minorías y los discursos del odio, unidos a la expansión del autoritarismo a nivel mundial.
Este es el leitmotiv del libro: invitar a la reflexión para forjar un nuevo horizonte universalista e igualitario a la altura de nuestro tiempo, repensar una y otra vez el significado y los límites de la igualdad, adentrarnos en el valor de la solidaridad y la justicia social como logros éticos de la humanidad a los cuales de ninguna manera cabe renunciar.