Sinopsis
La educación tiene la capacidad de determinar nuestra comprensión del mundo, y de proporcionar herramientas a los individuos para ser críticos y juiciosos. Sin embargo, en las últimas décadas asistimos a la degradación de esta fuerza vital para el correcto desarrollo democrático de nuestras sociedades, fruto de la conjunción de diversos factores de índole cultural, social y generacional, que ha acabado desembocando en una profunda crisis de confianza en el propio sistema educativo.
En «El arte de educar a estúpidos», el profesor y escritor Alberto Torres Blandina examina el modo en que esta desconfianza ha permeado todas las capas del ámbito educativo, transformando la enseñanza en un terreno arduo y lleno de desafíos para todos los agentes implicados, padres incluidos. A través de un análisis claro y revelador, basado en la experiencia, aborda algunos de los problemas contemporáneos que atraviesa la enseñanza: los problemas de conciliación parental; la disneyficación social y cultural; el aumento del tribalismo y las burbujas identitarias; y un movimiento, cada vez más enérgico, que busca desprestigiar la razón y la ciencia. O, dicho de otro modo, equiparar opinión y verdad. Todo ello, bajo el manto de unas lógicas mercantilistas que están convirtiendo los colegios en empresas, y a los alumnos y padres en meros clientes.
Este lúcido ensayo no solo diagnostica estos problemas, sino que propone un camino hacia una educación que fomente la confianza y la autonomía, que convierta al alumno en dueño de su aprendizaje, y a los profesores en guías hacia la formación de individuos plenos. Con una perspectiva innovadora, Torres Blandina nos invita a repensar el sistema educativo, y postula que solo a través de cambios reflexivos y profundos, que involucren a padres, alumnos y profesores, podremos enfrentar los retos actuales y futuros, como aquellos que atañen a la tecnología, incluyendo el uso del ChatGPT.
Un texto que busca encender la chispa del cambio, en un sistema que necesita urgentemente reconsiderar y redefinir sus objetivos para seguirle el ritmo a una sociedad en constante evolución.