Sinopsis
La industria conservera en el Campo de Calatrava, y por extensión en toda Castilla-La
Mancha, es un ejemplo claro del tipo de emprendimiento que se ha dado en nuestras
tierras en los dos últimos siglos. Una industria ligada a nuestra principal riqueza, la
agraria, pero que recibe un paso más en forma de capital humano y tecnológico para
una mayor rentabilización de su producción.
Con unos resultados desiguales, esta industria comienza en la primera mitad del siglo
XX, pero registra su principal impulso y desarrollo a partir de los años 60. Hablamos no
solo de la elaboración y envasado de la berenjena sino de otros productos, tales como
el pisto manchego, el asadillo, el pimiento morrón, lso champiñones, los ajos, las
mermeladas y frutas, etc.
Con una mirada rigurosa de historiador, el libro nos ofrece un panorama detallado de
ese subsector importante de nuestra industria y muy representativo de nuestra
economía regional.